Fotografía por: Donaldo «Lechuza» Enriquez.
¿Qué pasa cuando la justicia sufre un golpe en carne propia?, ¿Qué pasa cuando el sentimiento se mezcla con la insuficiencia amorosa?… Así nos pareció ‘Consentimiento’ en su muy breve temporada en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
¿De qué sirve la justicia si la moral no prevalece?, Una de las mil dudas que nos surgieron después de ver esta obra que bajo la Dirección de Enrique Singer y de autoría de Nina Raine, nos dan ejemplos de lo volátil y vulnerable que puede ser la justicia y sobre todo, la cordura.
A veces, para muchos una simple palabra no significa nada, no es mencionada por sus labios en mucho tiempo y cuando la pronuncian, solo lo hacen para justificar un atroz acto que por las cualidades del mismo trata de resarcir un daño que se ha llevado años, emociones y amor entre sus consecuencias.
¿Sabes cuánto vale un perdón dicho en el momento correcto?, el protagonista de esta obra, Max, quien es interpretado por Juan Manuel Bernal nos hace vislumbrar desde un principio la desfachatez de la justicia, lo corrompido que se debe ser emocionalmente para juzgar a los demás sin siquiera conocer quiénes son o de dónde vienen o incluso, qué es lo que han sufrido antes.
Con ese mismo desdén, mirará a Gina (Jana Raluy), una cliente que está demandando a su agresor de violación y que terminará dando un mal paso en su vida tras sentir y ver que los abogados con los que están la harán ver no como la víctima, si no como una mentirosa.
Durante este caso veremos involucrado a Tony (Alfonso Borbolla), el abogado que estará apoyando a Max en este difícil caso y que a pesar de su experiencia, no hará nada por intervenir ante la necedad de Max por hacer que Gina se vea culpable de su violación.
Pero ante todo esto, ¿qué papel juega el amor en la justicia?. Si bien lo dice Karen, personaje que interpreta Marina de Tavira. “La justicia no entiende de sentimientos”, es ahí donde nos volvemos a preguntar, ¿Qué pasa cuando el sentimiento se mezcla con la insuficiencia amorosa?… Un engaño, una traición, una OPORTUNIDAD. Después de todo y como se dice comúnmente, .
El otro lado de la moneda, la tolerancia de un engaño, la aceptación del oscuro pasado del compañero y compañera que escogiste como esposo o esposa, la incertidumbre de qué sigue después y el anhelo de algo que no se tiene.
Siete personajes que se desenvuelven en el ámbito de la justicia, entre ellos una actriz a punto de interpretar a un abogado en una serie y que a modo de ejemplos vividos va a tomar la experiencia necesaria de lo que es un juicio y la moral. Siete personajes que nos entregan un mensaje cada uno, entre los que nosotros destacamos el perdón, el olvido, el odio, la abnegación, la esperanza, la depresión y la locura, todos ellos carentes de una sola constante, el CONSENTIMIENTO.
Aún no dimensionamos todas las dudas que aún quedan en esta redacción, las interrogantes que surgen de casi dos horas de una puesta en escena donde las actuaciones te llevan de la risa al llanto, de la desesperación al desconcierto y a la ira y al consentimiento.
Damos un millón de gracias al elenco por ponerse en las pieles de sus personajes una vez más para esta temporada: Juan Manuel Bernal, Marina de Tavira, Arturo Barba, Daniela Schmidt, Alfonso Borbolla, Adriana Llabrés y Jana Raluy que tienen una sinergia maravillosa en el escenario y que confabulan con sus personajes y personalidades para regalarnos una velada donde disfrutamos de esta obra.